viernes, 21 de septiembre de 2012

Simplemente ELLA.

La que vió luz hace a estas alturas dieciocho primaveras.
Esa a la que conocí hace casi casi dos años, y consiguió colarse y quedarse en esta desordenada vida (y a la que no le dejaré irse).
Puede que seamos totalmente diferentes y que rompamos a carcajadas cuando coincidimos en esos pequeños detalles.
Ella, con su sonrisa, que mueve el mundo allá por donde va, que marca vidas y muerde corazones por los rincones.
Que es única y especial en cada una de sus manías.
Con la que vamos en busca de la luna una noche cualquiera, entre locuras a medias y calles recorridas.
Que a veces una habitacón nos basta y otras esta ciudad nos sabe a poco.
Buscamos la manera de ir conquistando terreno. Nos dejamos llevar por la imaginación, soñamos despiertas, tal vez demasiado, pero siempre con los pies en el suelo.
Te hablo de ella, la que está en primero de matemáticas, que es un poco de aquí y otro poco de allí. Pequeña y singular.
Una vida creada por otras muchas, otras tantas formadas por ella.
Tiene un corazón que no le cabe.
Es de esas que echas en falta, esa a la que llamas en las buenas y en las malas, para llorar, gritar, reir, desaparecer un rato o simplemente hablar por hablar.
Le debo un viaje y media vida. Nos ha dado para mucho este tiempo, y lo que nos queda. 
Nuestra MiniAudrey, nuestra Blair Waldorf particular. Simplemente CuquiCris.
Es como un topito de otro color en unas medias de esas difíciles de encontrar.  Es la coca-cola o el chocolate caliente frente a un café una tarde de esas.




Es un rostro de porcelana, un toque rosa, una diadema de perlitas o un colgante en esa cajita azulada de Tiffany con una réflex colgada al cuello.
Es un toque personal, una sonrisa que tiende a un par de infinitos colgados al cuello.
Rebentar el verano a base de verbenas, sonreirle al invierno con alguna tarde de punto y playa.
Es un toque de los Beatles o Nirvana entre un montón de canciones de Bon Jovi. Quién lo diría!
Forma parte de esta cuarta vida que sigo (mal)gastando, traspasamos sonrisas, vivimos a base de chocolate, patatas fritas o de jamón, gritamos tras un algún tequila, bailamos al son de una canción cualquiera y endulzamos tarde tras tarde lo que se nos pone por delante.
Que muchas cosas no hubieran sido posibles sin ella.
Somos Cuquis, somos Galletas. Somos un grito de Mantequilla!    Huracanes a veces,
claramente en busca de Terremotos, pero ante todo Aventureras,

SuperHermanas.

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