martes, 1 de septiembre de 2015

Putos Lunes.

Que los lunes son muy falsos.
Y más si cuando dan las doce, empieza un (d)año nuevo.

De vuelta, o de empezar, o seguir.
Que con la marcha del verano parece que se os enfría un poquito el corazón y no sabéis calentarlo a fuego lento.

Y conocerme un poquito más, y desconocerte, por tu destrozo y tu vacío.

Puta mierda, siempre acabo en unos ojos, o una media sonrisa.

Y que le voy a hacer, si empiezo centrándome en mi, y termino perdida en otros lunares.

He pasado una etapa de no sentir nada de nada. Ni miedo, ni dolor, ni soledad.
Bueno, miento, tenía ganas de comerme el mundo, en unos labios, una noche cualquiera.

Asimilé mi nueva situación, y un lunes se me cayó, no sé si mi tercera o cuarta vida, encima. 

Y le dije adiós a aquella que solía ser.
Saludé a la nueva.
Recordé tu respiración, tu boca respirando en la mía, y yo, muriéndome de miedo. 

Y de ahí a las noches saladas. y solo quería coger el autobús a la playa más cercana, y no tuve que moverme de mi cuarto.

Y me estoy (des)cubriendo; sueños nuevos, risas distintas,
                                                                                              mucho, mucho silencio. Demasiado.
                                                                                                                                     Y escasos abrazos.

Que esto de acostumbrarse no es nada fácil. Aún no he empezado, y ya estoy perdidísima.

También estoy cansada, de tanto escuchar hablar del amor. Joder.
¿Y vosotros os queréis? ¿Os habéis parado a escucharos? ¿A preguntaros que queréis?
¿A crecer queriéndoos, antes de querer a alguien y crecer a su lado?
¿Y habéis decido hasta donde estáis dispuestos a llegar por alguien, cuando a veces no os moveríais por un sueño propio?

Por supuesto, arriesgaos, quered, dejaos llevar (uf, eso si que se me da bien, y cuidado) pero primero hay que hacerlo con uno mismo, para disfrutar de/con otro persona.

Bueno, me he ido del tema, y qué más da.

Que me pones de mala ostia y pasaría otra noche contigo poniendo la cama del revés sin pensármelo dos veces.


Nada. En eso se resumen mi último par de semanas.

Que tengo un fin del mundo en la cabeza, y voy a intentar hacer un big bang de el, y espero sacar un montón de cosas bonitas de ello (aunque luego se extingan)

Pero mientras exploto, los lunes siguen siendo un mar de lágrimas. Los martes y jueves mucho silencio. Los miércoles una película. Los viernes una media sonrisa. Los sábados un montón de historias, un nunca se sabe, un puñado de expectativas que bailan con la música y se van con otra. Y los domingos un espidifen  y explicaciones


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu huella! (: