Pequeños detalles. Rotos y descosidos. Mundos a parte.

A veces no consigues lo que quieres, o simplemente te procupas tanto de que las cosas vayan bien, que al final, todo queda bien, pero imperfecto.
Puede que esta semana la hayamos empezado (y acabado), mayormente todos, con el pie izquierdo.
Que tenemos días tontos, malos, y llenos de rotos. 
Nos intentamos fugar, por esos caminos raros que deja la vida delante de ti. O haciendo atajos, entre viernes de risas, historias o dias cualquiera en que nos dé por gritar.
Parece que nos ponemos de acuerdo y terminamos por explotar, todos, y eso no es bueno. No nos damos equilbrado.
Tiempos dificiles para los soñadores y los que planeamos asaltar el mundo, pero sabemos que vendrán días mejores y que unos días malos los tiene cualquiera.
Seguimos soñando con los ojos abiertos. Creando sin colores. Rozando las nubes con los pies el suelo.
Buscando mapas en las espaldas. Ilusiones en los bolsillos. Papel y boli.
Secretos a voces que cubren hojas, se cuelan entre los suspiros y los dedos. 
Caen, surgen de la nada, ideas locas, inimaginables, que puede se lleven a cabo o tal vez no.
Enfados, luchas con el mundo o con nosotros mismos que terminan por desencadenar en abrazos de esos que te llenan, o miradas que lo dicen todo en un parpadeo.
Sonrisas. Huracanes. Terremotos.
Piedras en el camino. Cuestas y bordes de precipicios.
Lo superamos nos agarramos fuerte las manos y seguimos.

Juntos. 
Nuestro infinito.