Días fríos.

Invierno. Enero.
Se nos hielan las manos, dejamos de sentir los dedos, pegamos la nariz a la cara de alguien para demostrar el frío. Creamos escalofríos.
Este tiempo consigue helarnos por fuera, pero las sensaciones continuan a flor de piel, los sentidos siguen sintiendo sin miedo, dejandose ver en cualquier rincón o escondite y los corazones siguen latiendo rápido traspasando su calor.
No consigue quitarnos la sonrisa, pues nos hemos quedado con ellas puestas, es parte ya fija de nosotros, el invierno no consigue hacerlas desaparecer.
Que la temperatura baja? Pues hacemos más locuras, de esas que te dan un subidón de adrenalina. Que crean las cosquillas que suben desde tus pies, hasta chispear en tus ojos. Echamos una carrera con la niebla o la lluvia, le damos un poco de ventaja a primera hora de la mañana, y cargamos pilas a lo largo de la semana, para dejarlos cao al final del dia.


El asalto al mundo va aumentando, las ganas nos superan, las cuentas atrás y adelante varían poco a poco, pero no tenemos prisa, llegará.