Nos dejamos llevar por la locura, nos perdemos entre sonrisas.

Escondiendo bajo una sonrisa mis ganas, gritando en un susurro a tu oído, entre canciones, en un banco de la ciudad.
Para el asalto al mundo van restando días, y nosotros más preparados por momentos.
Londres suena bien, y más si es con la de la mejor sonrisa. Las mañanas pasan rápido con mi panecillo integral y las tardes con la peque.
Simple como un viernes de aventureras y algún terremoto en ésta pequeña ciudad.
O un sábado como el de ayer, que llueve, nos mojamos, que hace frío, nos abrazamos y buscamos calor en unos vasos de chupito.
Mimos, secretos, planes.
Pensando en ayer, hoy o mañana, en cada instante.
Dejándonos llevar por la locura transitoria, debe ser que este frío nos afecta, o que es demasiado sano estar así de bien, que nos gusta que se pregunten porque cantamos por las calles, porque sonreimos así, o de donde sale el brillo que hay en nuestros ojos.
A parte del mundo, diferentes, felices, juntos, pero mientras sea así, ¿cuál es el problema?.

(Arriesgaremos, confiaremos ciegamente unos en los otros, cometeremos las mayores locuras del mundo).
No habrá últimos bailes, amanecerá cuando queramos, cada momento será único, cada detalle formará parte de nuestra historia.

Escribiremos en nuestra espalda el principio de esto,que nadie conoce el final, guardaremos en una bolsita las sonrisas, esos olores tan peculiares en una caja, las carcajadas en botellas, los abrazos quedarán marcados en cada prenda, las sensaciones las dejaremos correr en un sitio bonito, que sabemos que las cuatro paredes de mi habitación no soportan tantas juntas.

(: