Es tarde y hace calor, una noche diferente en Pontevedra, casi 26 grados hay fuera...
Me he dado cuenta de muchas cosas, que su pelo y sus ojos quedan mejor en una cafetería como la que descubrimos hoy, entre café con hielo y chocolate caliente, que me hacían falta esas miradas que se terminan cruzando y simplemete que sea él quién se siente a mi lado una tarde como esta. Y que creo que la primera de las 7 vidas está llegando a su fin para dar comienzo a una nueva locura.
Las calles se notaban cargadas de un poco de todo, amor, cariño, risas y tensión en algunos tramos, entre pipas y granizados nos hemos paseado por el centro, comprando los primeros detalles para el cumple de Criis este finde.
Tenía ganas de él, y bueno las expectativas quedaron cubiertas más o menos, me apetecía PINTAR como hacía años que no, y entre problemas con el papel no apto para acrílicos, pinceles malos y casi de madrugada, cubrí un par de hojas con esos colores que me saben completar, a parte de alguna zona de mi cuarto manchada, yo he quedado bonita con ayuda de mi madre.
PD: Ainhoa se ha agenciado un bonito vestido azul palabra de honor super chulo, que por suerte a mi también me vale, ella se lo pondrá este finde, pronto se lo robaré algún sábado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu huella! (: